viernes, 2 de diciembre de 2011

PUNTOS SUSPENSIVOS


Un especial agradecimiento al que extendió el punto para darle esperanza a mis oraciones.

Por la ventana sólo entra luz en el día;
Pero es en mis noches que necesito acercarme a ella para ver la claridad de las estrellas…
La muerte no importa, sino vivir más…
Aprender a fingir, complicada norma.
Soy sólo yo, entre mis albas y ocasos; Y quisiera no serlo…
Preguntar, y escuchar mi eco en el silencio…
Despertar y verme en el espejo un poco más viejo,
Soñar en vivir y vivir para no morir sin saberlo.
Descansar como si mereciera hacerlo, y reírme cuando no debo…
Hablar más de lo debido, y no decir correctamente lo que he pensado.
Extraño entre mis escritos, alimentándome de  piedad.
Si una palabra completase mi última frase…
Y esa sí importará como casi todo…
Yo no la tengo.

miércoles, 24 de agosto de 2011

Ya es mañana



Hoy, a esta hora que roza el próximo amanecer,
entre las extremidades de mi litoral burbujeante
el precoz infante, despierta con llanto.

Un cuaderno me seduce con su pulcredad,
compartiendo conmigo, su platónico amor.

Hoy, mi musa se ha apartado de mí, por voluntad propia
pero sus huellas frescas en mi orilla
me hace pensar que ha de estar masticando el silencio…

¿Desconocerá que aquí, se macera el quejido de los cuerpos, las sombras y las almas?

Mi alma divaga estando en mi cuerpo,
pausa al reloj.

Mi lápiz torea su fuerza contra el papel,
mañanas hay muchas, noches pocas,
las despedidas hay que elegirlas bien.

Oportunidades algunas,
decisiones, otras.
Cortar un murmullo llenándole la boca de provisión,
proponer…

Incólume esta paciencia que teje bugambillas sobre mi techo,
 sávila casi muerta se arrastra sobre el suelo.

Un solo de Mozart no puedo recordar,
Vivaldi triste, puede dejar flores en mi ataúd.
Ya no hay más estaciones qué inspirar
es que renació como un fénix que desconoce mitologías,
segundos sobre mi cabeza,
dos días más,
ya es mañana.

lunes, 4 de julio de 2011

Agua desaparecer.



Las sombras yacen muertas
el más valiente de los soldados no avanzará,
las manos a veces parecen tirantes
porque el corazón se expone al frío
y no sabe con sus pies caminar.

Un velero es mi insignia ocasional,
el mar, tal vez, mi laurel,
la sal el reconocimiento
más su agua,
 prefiero no beber.

El polvo se hace hombre
y de este una mujer...
pero las sombras siguen  muertas,
y entre el velero, el mar y el reconocimiento,
ya el agua está en el suelo y parece desaparecer.


Foto: Alonso Gonzales


lunes, 6 de junio de 2011

Descanso



Dicen muchas cosas de este lado de la ciudad,
que las ventanas humedecen por el calor humano,
que las manos se agotan de tanto  tocar puertas,
que los ojos suelen decir la verdad cuando la boca ya fecundó mentira,
que los pies se cansan de buscar el rastro,
que la piel se dora por descansar bajo el sol.
dicen muchas cosas…

¿quién no podría?

Pero las aves al no hablar silban,
y el mar al no llorar traga vidas
y el volcán al no recibir visita, bosteza muerte
su fuego no es mi fuego,
el fuego tuesta al hombre,
el hombre decide todo lo anterior
¿Sientes el corazón aún acomodarse en su silla de cristal?
Quizá quiera comenzar  a palpitar…
a decir muchas cosas tal vez,
pero a  hacer pocas...
Descanso en paz.




Foto tomada por Cecilia Gamarra de la carátula del poemario de Lucio Delotrolado





viernes, 8 de abril de 2011

2x1

Hola aquí  2 breves escritos uno de  hace unos días y el otro hace un par de minutos.

¿POR QUÉ?
¿Y por qué aún no nos extinguimos?
¿Y por qué siendo niños queremos ser grandes?
¿Y por qué siendo viejos recordamos cuando éramos jóvenes?
¿Y por qué quieren que maduremos muy pronto?
Si estos pies no están fuertes para soportar el peso de esta vida.
¿Y por qué aún sigo viviendo?
 si puedo estar besando la tierra entrelazándome con su calor.
¿Y por qué escribo si lo puedo comentar?
¿Y por qué no lo comento si siempre mejor es callar?
Es que el por qué es la interrogante que algún día alguien responderá.


En voz alta o en silencio, ya se está preparando…
para algún día…

              SOMOS SOLDADOS

Y es que somos soldados, nacemos y de pronto tenemos que obedecer, 
sonreír mientras que aprendernos, arrepentirnos de seguir lo que dice el resto,
 y lloramos y reímos bajo el mismo cuartel, 
y morimos defendiendo nuestras patrias, de colores diversas,
 de tierra diferente pero con el mismo cielo sobre nosotros,
 lejano, pero nuestro.


martes, 8 de marzo de 2011

Residuos



¿Quieres escribir? Cierra los ojos y piensa en qué, para que cuando los abras tu mano casi camine sola
mientras te das un tiempo para conversar con tu corazón, golpeado o malherido, alegre o divertido...sobrevivirá. 
Nos extinguimos cada instante
y rebrotamos en cada amanecer, tal vez para sonreír más, o para llorar menos, siempre habrá una nueva oportunidad para limpiarnos del polvo o secarnos de la humedad.
Si los ojos comienzan a secarse es porque el alma a comenzado a desprender las primeras lágrimas.
"Proponte esconder las tristezas en un sótano y cuando lo hayas hecho cierra la puerta y apaga la luz para que se entienda con su soledad"
¿Puedes ver el cielo? ahora, sucumbe en él.